Primer
paso
Aceites fácilmente digeribles son aplicados internamente o externamente.
Esto estimula la digestión y luego todo el metabolismo. Internamente,
por ejemplo, la persona ingiere mantequilla clarificada (Ghee) u otra sustancia.
Esto llega a las células a través del proceso digestivo. Un proceso
similar se realiza a través de la piel vertiendo aceite externamente sobre
el cuerpo o usando masajes de cuerpo completo. Sustancias cuidadosamente seleccionadas
suave y efectivamente desalojan de las células los productos metabólicos
de desperdicio liposolubles y las toxinas medioambientales.
Segundo paso
Ahora es tiempo para asegurarse que las toxinas y productos de deshecho desalojados previamente son
en realidad eliminados de los tejidos. Mediante la aplicación de calor
en la forma de baños de vapor herbales, compresas calientes, etc., se
incrementa la actividad metabólica, dilatando los vasos sanguíneos
y linfáticos. De esta forma las toxinas son capaces de dejar las
células y son arrojadas al tracto intestinal.
Tercer paso
En este momento es necesario asegurarse que las toxinas desalojadas realmente
dejen el cuerpo. Suaves y confortables enemas purgativos limpian el tracto intestinal.
De esta forma los productos de desecho son efectivamente removidos del sistema.
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